dimecres, 9 de març del 2011

Llorando en el baño hoy te necesito mucho, y tu no estás. Tuviste que volver, y quiero que estés aquí, conmigo. Aliviarme el pensamiento de él, de ellos, de todos aquellos a los que necesito conmigo.

Quiero que la vida sea como en Desayuno con diamantes, todo perfecto. Que las cosas sean como las de la Reina de Saba, livianas y sin cargas. Que nuestros errores se eliminen tan fácilmente como el carbón del lápiz de sastre.

Me seco las lágrimas con el papel seco y rugoso y salgo. El rollo se ha terminado, lo tiraré a la basura y pondré uno nuevo.

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