dilluns, 31 de gener del 2011



¿Sabes lo que te pasa? No tienes valor, tienes miedo, miedo de enfrentarte contigo misma y decir: está bien, la vida es una realidad, las personas se pertenecen las unas a las otras porque es la única forma de conseguir la verdadera felicidad. Tu te consideras un espíritu libre, un ser salvaje y te asusta la idea de que alguien pueda meterte en una jaula. Bueno nena, ya estás en una jaula, tu misma la has construido y en ella seguirás vayas donde vayas, porque no importa donde huyas, siempre acabarás tropezando contigo misma.

(Breakfast at Tiffany's)

dimarts, 25 de gener del 2011


Si hay algo que debo agradecerte ahora es que hayas desaparecido realmente, y que no haya sido solo de mi imaginación. Desde Berlín escribo esto y posiblemente sea una de las noches más crudas en cuanto a tristeza se refiere.
Mis ojos censuran litros de sal y mis labios dibujan en dictadura una sonrisa, pero realmente necesito irme a la habitación y que los pantanos se desborden, dejar salir todo el león de invierno interior que llevo dentro.
Ellos ríen allí abajo, y yo intento que eso no me afecte, simplemente quiero ser invisible unas horas para Berlín. No los detesto, ni me molestan, simplemente quiero evaporarme en mi propia burbuja para volver a ser líquido otra vez. Realmente no sé como explicar esta tristeza marengo que me llena los oídos de demasiada sensibilidad que no soy capaz de controlar ni de limpiar.
Seguiré unos minutos más dentro de esta burbuja llamada tristeza escondida de melancolía, y luego el almohadón me servirá de cuenco para recoger la sal de mis ojos.
Berlín es maravilloso sin tu presencia, sin ti.

divendres, 14 de gener del 2011

Ellos siempre vuelven, me dijo Ana una vez, y volvió. Recibí sus "explicaciones" un lunes antes de mi regreso. Siempre sin hacerme sentir culpable (irónicamente, claro), o en otras palabras, culpabilizándome de todo. Incluso de lo que mis amigos opinan sobre él por las falsas esperanzas que sí me dio, por haberse comportado cómo un auténtico patán cuando ha estado cerca de mí, por que siempre ha querido que coma de su mano, que vaya detrás de él. Incluso se atrevió a especular mi sufrimiento por él, o mis pensamientos cuando alguien me dejaba. Creo que fueron demasiados llantos para tener que aguantar eso. Si me quiso cómo amigo, ¿porque nunca me trató cómo uno de ellos?

Durante este tiempo el tonto fui yo, no lo niego, porque le seguí la corriente. Me responsabilizo de todos y cada uno de mis actos, y mis pensamientos. Reconozco ser una persona sincera, honesta e inocente muchas veces, pero cuando me doy cuenta de que están jugando conmigo ya dejo de ser el inocente que sonríe al verle, que le defiende delante de mis amigos, que busca explicaciones a sus actos.

Simplemente quiero que desaparezca de mi vida, que esto se borre cómo si nadie hubiese pasado. No quiero que me mire jamás, porque estoy en otro nivel diferente. Porque ya es suficiente, porque me ha mareado tanto que ya vomito.

diumenge, 9 de gener del 2011

Era previsible y anuncié el fin. A los pocos días me encontraba con el fin por su parte también, pero lo peor era que por su parte nunca hubo principio. Me explico, nunca me quiso y no le ha dolido olvidarme como lo ha hecho.

Fui muy tonto, lo sé, no era ni es para mí. Mentiras, y luego mentiras en su mar de jeringas y versos dónde nos hacía creer que le importábamos, pero sólo quería que bailáramos su agua, que fuésemos los perros que le ladraban. Ahora ya no me tiene a mi, al chico de 22 que se moría por contarle las pecas, por enseñarle a bailar.

Él mismo se ha perdido, y aunque sé que no volverá, sabré reaccionar si lo hace. A mi ya no me engaña, ni me habla de corazas ni de sistemas autodefensa, excusas de tan baja calidad que no encuentro el ejemplo adecuado. Basta ya de bellas palabras y de canciones con mensajes escondidos en letras que a veces ni tú entiendes.

Que se vaya a tomar el fresco de su corazón, que es más helado que el frío de la antártica. Yo vuelvo a mi madriguera esperando que otro ser como yo entre por equivocación y nunca me mienta ni me haga sentir mal por mis sinceras palabras. Y repetiré SINCERAS, porque las suyas nunca lo fueron, o que se lo pregunten a otros damnificados como yo. Es tan débil, que se esconde debajo de una capa de superioridad inútil, porque al final se le ve.

El fin llegó, y esta vez llegó para los dos.